
Actualizado el miércoles, 12 abril, 2023
Por qué visitar Versalles
Versalles es uno de los complejos reales más impresionantes del mundo y todo un monumento al poder de los reyes absolutistas borbones de la Francia de los siglos XVII y XVIII. Cúspide del arte clásico francés, sus orígenes se remontan a Luis XIII, que cazaba en los bosques de la zona y que ordenó construir un castillo que fue el germen de lo que posteriormente sería la Corte de Versalles, capital de Francia de facto durante largos periodos.
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El Palacio de Versalles es uno de los palacios más grandes del mundo. Tiene más de 700 habitaciones, 2.153 ventanas, 67 escaleras y 352 chimeneas.
Si visitas París y tienes algunos días es una visita ineludible. Versalles es una bonita villa situada muy cerca de la capital, en la zona sur y es posible realizar la visita en media jornada, aunque la cantidad e interés de las cosas que ver merecerían al menos un día completo o incluso dos.
En este reportaje vamos a abordar algunas cuestiones históricas, curiosidades y datos generales de interés para tener una visión general del complejo, de lo que supuso en su época y de lo que representa en la actualidad.
Breve historia
Nos remontamos al reinado de Luis XIII. En 1622, este rey aficionado a la caza ordenó a su arquitecto construir un pabellón destinado a su alojamiento para las sesiones deportivas en los cercanos bosques. Se le llamó «el castillo del caballero» y tenía un diseño de estilo medieval, de ladrillos rojos de piedra y con una azotea de pizarra. muy alejado de lo que posteriormente sería el Chateau de Versalles y concebido como una vivienda rústica y utilitaria.
Hasta entonces, Versalles era un poblado pequeño, de unos 500 habitantes que vivía de la actividad comercial.
Luis XIV, el verdadero artífice
Fue su hijo y sucesor, Luis XIV, quien mostraría interés por Versalles. París había sufrido movimientos insurreccionales y el monarca consideró esta zona más tranquila y alejada del excesivo bullicio parisino. Así, el rey ordenó a su arquitecto Le Vau y su paisajista Le Nôtre transformar el castillo de su padre y el parque anexo, con la intención también de acomodar algunas instituciones gubernamentales y el tribunal En 1678, después del Tratado de Nimega, el rey decidió que el tribunal y el gobierno serían establecidos permanentemente en Versalles, lo que sucedió el 6 de mayo de 1682. Así Versalles se convertiría en la capital de facto del reino.
Luis XIV acondicionaría los Grandes Aposentos del Rey y de la Reina y el lugar de aparato y recepción por excelencia, la Galería de los Espejos, que fue diseñada por Mansart. Fue sin duda el periodo de máximo esplendor e intensidad constructiva en Versalles. El grueso de lo que hoy podemos visitar en el palacio, el Gran Trianon, los jardines, los canales y las principales fuentes y esculturas exteriores se hicieron bajo su mandato.
Los jardines del Palacio de Versalles son igual de impresionantes que el palacio en sí. Los jardines cubren más de 800 hectáreas e incluyen 55 fuentes y 600 fuentes de agua.
Para Luis XIV, Versalles sería su legado, una obra por la que sería recordado durante siglos y el lugar en que fijaría su residencia y centralizaría su corte, sus ministros y sus servicios.

Luis XIV
Versalles en el reinado de Luis XV
Luis XV no mostraría tanto interés por Versalles aunque le dio continuidad y quiso que se respetaran las tradiciones dentro del palacio. Este rey tenía gustos más modestos y no se alojaba en las grandes estancias. Fue un época de reformas principalmente para acomodar a su extensa corte y para la ampliación de espacios de uso principalmente lúdico. En su periodo se construyó el pabellón francés, la fuente de Neptuno y el pequeño Trianon.

Luis XV
Luis XV da a Versalles un toque más descuidado, más íntimo, desenfadado y si se quiere, más libertino.
Luis XVI, fin del esplendor
Luis XVI, que junto con su esposa María Antonieta, eran dos monarcas jóvenes, inexpertos y centrados en sus aficiones y ocio personal, contempló el doloroso final del Chateau de Versalles, que fue ocupado por el pueblo en 1789. Durante su reinado se construyó la Granja de María Antonieta, el Belvedere y el Templo del Amor, mundo creado para la evasión de la reina.
El Palacio de Versalles cuenta con una impresionante colección de arte y antigüedades, que incluye obras de artistas como Rubens, Rembrandt, y Vermeer.
En los siglos posteriores hasta hoy la vida en Versalles ha continuado y el palacio ha sido sede de importantes acontecimientos internacionales y eventos en la historia de Francia. Especialmente destacado fue el Tratado de Versalles de 1929, que puso fin a la I Guerra Mundial.
El Petit Trianon es un palacio más pequeño ubicado en los jardines del Palacio de Versalles, construido por Luis XV para Madame de Pompadour y posteriormente utilizado por María Antonieta.
La vida en Versalles
En los años de apogeo de la corte de Versalles con Luis XIV habitaban en el palacio varios miles de personas, entre familia real, su amplia corte y el servicio.
La organización de ese complejo entramado social se regía por unas estrictas normas de rango que se definían por el origen de la persona en virtud de su nacimiento. El monarca era un gobernante absoluto y la cercanía a él era la mayor aspiración de cualquier miembro de la corte. Ser favorecido por el rey significaba dinero y poder y se creaba un ambiente de competencia irrespirable que daba como resultado un estilo de vida incómodo y muy teatral, en el que las apariencias lo eran todo.
La famosa Galería de los Espejos es uno de los lugares más impresionantes del palacio, cuenta con 357 espejos y es una obra maestra del diseño y la arquitectura barroca francesa.
La vida cotidiana además era tremendamente rígida, encorsetada y repleta de incomodidades y deficiencias sanitarias. Las condiciones en palacio eran insalubres, la higiene brillaba por su ausencia y los aposentos de la corte eran escasos y en muchos casos modestos.
Tan solo el rey y su familia directa disfrutaba de una posición de máximo privilegio que se veía reforzada con ceremonias constantes que abarcaban los aspectos cotidianos de la vida del rey: el ceremonial de levantarse, las reuniones con sus ministros, sus paseos y sus comidas.
Versalles hoy
Versalles es hoy una de las grandes atracciones turísticas de Francia con más de 3 millones de visitantes anuales. Actualmente Versalles es un palacio nacional puesto al servicio de la presidencia de la República. En él se recibe a los jefes de Estado extranjeros y es lugar de reunión del Senado francés en ocasiones de especial relevancia.
El conjunto del palacio y parque de Versalles, incluyendo el Gran Trianón y el Pequeño Trianón, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.

Versalles
Durante la Revolución Francesa, el Palacio de Versalles fue tomado por los revolucionarios y se convirtió en la sede de la Asamblea Nacional. Sin embargo, en 1792 la monarquía fue abolida y el palacio se convirtió en un museo nacional
Por qué visitar Versalles
¿Motivos para visitar Versalles? Hay tantos… Se trata de una atracción cercana a París y una excursión perfecta de un día, ubicada a poco más de media hora en tren.
Digamos los principales que se nos ocurren de forma rápida:
Hay que visitar Versalles porque es uno de los palacios más grandes del mundo. Lo que empezó como un pabellón de caza junto a un pequeño pueblo rural a 20 km al sur de París se expandió bajo el mando de Luis XIV hasta convertirse en la residencia de la familia real francesa. En 17 años se agregaron 9 alas al palacio y en los años posteriores se habilitarían nuevas zonas, los establos, el Petit Trianon, la Capilla y la Ópera
Hay que visitar Versalles por sus maravillosos jardines. En sus más de 800 hectáreas hay más de 200.000 árboles, 50 fuentes y 6 km de canales, que además se sustentan en lo que antiguamente fue un bosque cerrado con humedales. La belleza y complejidad técnica le valieron la protección como Patrimonio de la Humanidad.
Hay que visitar Versalles por sus interiores. En particular por el increíble Salón de los Espejos, diseñada para simbolizar el poder político, económico, diplomático y artístico de Francia. Utilizado para eventos muy especiales, allí se firmó el Tratado de Versalles que ponía fin a la I Guerra Mundial.
Hay que visitar Versalles por sus fuentes. Un complejísimo sistema hidráculico alimenta el conjunto de fuentes más increíble que te puedas imaginar y que ocupó 1/3 del presupuesto total de Versalles. Si puedes, visita Versalles durante el espectáculo de fuentes musicales, de marzo a octubre y ve bailar las aguas al ritmo de la música.
Hay que visitar Versalles por su papel en la historia. Versalles fue sede real y centro político durante el reinado de Luis XIV. El Rey obligó a los nobles de Francia a pasar largas temporadas en el palacio para evitar que desarrollaran su poder regional con ánimo centralizador. Con le Revolución Francesa, Versalles perdió su halo de capitalidad. En los siglos posteriores, el Palacio sería sede de importantes Tratados y recepciones a líderes del mundo.
¿Más motivos? mira nuestra sección de qué ver en Versalles.
¿Quieres conocer bien Versalles?
Podemos ayudarte a profundizar en la historia de este monumento tan interesante. Hay varias opciones. Es básico entrar rápido mediante una entrada sin colas en Versalles. Otra posibilidad recomendable es realizar una visita guiada en Versalles, que puede ser de medio día o de día completo. Si puedes, realiza una visita privada en Versalles o conoce las mil opciones de visitas guiadas y actividades en Versalles que te ofrecemos. No lo dudes, la experiencia va a ser completamente diferente.
¿Cuáles son los programas más populares? Mira estos:
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